Bajo el calor de nuestras vampiricas pieles, nos fusionamos en el placer, saboreamos nuestras escencias, sintiendolas mas deliciosas que manjares de dioses.
Las brujas y los demonios estaban celosos al ver tanta libido despierta, y los angeles se sonrojaban por nuestra forma de adorarnos.
Cuando tus manos palidas, tan calidas como suaves acariciaron mi cuerpo, sentia como un arcangel dominaba mi carne y mi alma, mis ojos daban vuelta al sentir tanta dulzura recorrer mi blanca tez, y el solo verte, me provocaba intensas ansias de saborear tu mesmerica boca...
Mi lengua recorria cada centimetro de tu atlas puro y virginal, sintiendo en mi piel y femeneidad corrompida,como disfrutabas de aquel acto de amor y confianza...
la locura y la pasion, solo se describen como EL PLACER DE ADORARTE.
Aeterna Fleur Du Mal
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